El problema de la “última milla” es uno de los mayores desafíos que enfrenta actualmente la industria de Internet. Millones de personas y empresas en todo el mundo siguen sin tener acceso a banda ancha de alta velocidad porque carecen de la conexión final entre la red troncal de Internet y su ubicación. Si bien los cables de fibra óptica pueden brindar una conexión a Internet rápida y confiable, llevarlos a áreas rurales y remotas suele ser costoso y poco práctico debido a la dificultad del terreno o la baja densidad de población.

Una solución emergente proviene de una tecnología antigua con un giro moderno: la óptica de espacio libre (FSO, por sus siglas en inglés). La FSO, desarrollada por la NASA en la década de 1960, utiliza láseres para transmitir datos a través del aire. A pesar de décadas de desarrollo y un potencial significativo, la tecnología ha tenido dificultades para ganar aceptación comercial. ¿El principal obstáculo? El clima. La niebla, la lluvia e incluso pequeños cambios en la temperatura del aire pueden alterar los rayos láser, que requieren una línea de visión directa entre el transmisor y el receptor.

Sin embargo,una empresa con sede en Virginia llamada Attochrondice que está lista para superar estos desafíos y llevar la banda ancha basada en láser al mercado, donde la fibra óptica no puede llegar.

Superando la última milla con láseres

La última milla de infraestructura de banda ancha, que suele abarcar desde unos pocos cientos de pies hasta varios kilómetros, puede resultar prohibitivamente costosa de construir, especialmente en áreas rurales. Los cables de fibra óptica, que requieren excavación, permisos e instalación, pueden costar entre 250.000 y un millón de dólares por milla, lo que los convierte en una opción costosa para conectar a un pequeño número de usuarios.

En este punto, FSO ofrece una ventaja: en lugar de tender cables, los láseres pueden transmitir datos por el aire, sin necesidad de infraestructura física. Attochron, fundada en 2002, ha pasado más de 20 años desarrollando su versión de la tecnología, que culminó con el ALTIS-7. El receptor y el transmisor de la empresa, que se parecen a las cámaras de seguridad, ofrecen una alternativa más asequible a los cables de fibra. Según el director ejecutivo Tom Chaffee, el paquete de hardware costará alrededor de 30.000 dólares para un enlace de 10 gigabits.

“No estamos tratando de reemplazar la fibra”,explicó Chaffee a CNN. “Es realmente una tecnología facilitadora, no una tecnología de reemplazo”. La idea es que la banda ancha basada en láser podría complementar las redes de fibra existentes, particularmente en lugares donde la instalación de fibra es poco práctica o demasiado costosa.

Prueba de concepto

Persona que usa una computadora portátil Windows con la aplicación Familia abierta
Fuente: Fotos de maqueta

Attochron ya ha demostrado su tecnología en asociación con la empresa de telecomunicaciones Lumen y un minorista anónimo de la lista Fortune 200. En una prueba de tres meses, la empresa instaló un enlace láser a lo largo de 2,4 kilómetros, que transmitía datos a velocidades de 1,25 gigabits por segundo. Attochron afirma haber alcanzado velocidades de hasta 10 gigabits por segundo en condiciones ideales, comparables a la conectividad empresarial de fibra óptica de primer nivel.

Aun así, la empresa reconoce que el clima sigue siendo un desafío. En Lexington, Virginia, donde Attochron tiene su sede, hay niebla intensa, lluvia y viento, todos ellos factores que pueden alterar los sistemas FSO. Pero Chaffee cree que las innovaciones de Attochron, que incluyen el uso de pulsos de luz cortos y un amplio espectro de luz, ayudan a que la señal se mantenga estable incluso en condiciones climáticas adversas.

“Tenemos extremos en la velocidad del viento y en la lluvia”, dice Chaffee. “Pero quiero recalcar que, créalo o no, un día hermoso y despejado es uno de los momentos más difíciles para propagar un láser”.

Ventajas regulatorias

Una de las ventajas de utilizar láseres para la transmisión de datos es que no requieren aprobación regulatoria. A diferencia de las señales de radio como 5G, que están estrictamente reguladas por los gobiernos, FSO opera en frecuencias de luz no reguladas. Esto significa que las empresas pueden implementar sistemas FSO rápidamente, sin tener que atravesar los largos procesos de licencia asociados con la banda ancha basada en radio tradicional.

Además de evitar obstáculos regulatorios, los sistemas FSO son más rápidos de instalar. Según Chaffee, los transmisores láser de Attochron se pueden instalar en horas en lugar de los meses o incluso años que lleva instalar cables de fibra.

“Se puede colocar un transmisor y un receptor y disparar un láser entre ambos, y todo lo que se necesita es una línea de visión directa”, dice Hazem Refai, titular de la Cátedra Williams de Telecomunicaciones y Redes en la Universidad de Oklahoma, que no está involucrado en Attochron. “No se necesita una licencia de la FCC para ello”.

Desafíos y oportunidades

Un hombre detrás de una computadora trabajando en un documento en Microsoft Word.
Fuente: Microsoft

A pesar de los prometedores resultados de Attochron, la empresa no es la primera en intentar comercializar FSO. A principios de la década de 2000, una empresa llamada Terabeam intentó lanzar una tecnología similar, pero no logró una adopción generalizada. Más recientemente, Alphabet, la empresa matriz de Google, ha desplegado cientos de enlaces de banda ancha basados ​​en láser en áreas rurales de varios países a través de su proyecto Taara.

Chaffee se muestra optimista y cree que el enfoque único de Attochron tendrá éxito allí donde otros han tenido dificultades. Con más de 60 patentes concedidas y 200 más pendientes, Attochron busca apuntar no solo a la banda ancha rural sino también a sectores como el militar, donde la comunicación segura es fundamental. Sin embargo, algunos expertos se muestran cautelosos.

Un complemento, no un reemplazo

En definitiva, el objetivo de Attochron no es sustituir la infraestructura de banda ancha existente, sino complementarla. En zonas donde la instalación de fibra óptica es demasiado cara o difícil, la tecnología láser podría salvar la brecha y resolver finalmente el problema de la última milla.

“No estamos proponiendo que podamos reemplazar la fibra”, dice Chaffee. “Estamos diciendo que somos complementarios. Se trata de permitir una mayor conectividad allí donde la fibra no puede llegar”.

A medida que Attochron avanza hacia su implementación comercial, valdrá la pena observar si los láseres finalmente pueden cumplir su promesa de décadas de transformar la banda ancha.